Documento Fundacional del "Colectivo Gualicho"
Motivadxs por los procesos de participación
estudiantil que están hoy en marcha, algunxs compañerxs con lxs cuales nos
encontramos día a día en el camino de la transformación de la facultad hemos
decido dar un paso hacia lo colectivo e iniciar un proceso de organización
política. Muchxs de nosotrxs hemos estado en diversos espacios de
participación en estos años, desde coordinadoras políticas pasando por partidos
e instancias de decisión de base hasta espacios políticos y culturales por
fuera de la Universidad. Actualmente, algunxs de nosotrxs participamos
del Frente Gremial y político "Desde Abajo y a la Izquierda” que coordina
el Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Humanidades y de la
Facultad de Artes. También hay compañerxs que participan de otras
organizaciones como Socialismo Libertario, lo cual no es un obstáculo para la
participación en este colectivo desde el momento en que nos percibimos
como sujetxs plurales, es decir como militantes de múltiples
espacios de intervención política; sin que por esto desconozcamos nuestros
niveles de acuerdos y organicidad. Más simple: que compañerxs participen en
otras orgas no los imposibilita a participar de esta organización mientras
reconozcan los acuerdos que nos unen. Además de la confluencia en estos
diversos espacios y trayectorias nos sentimos interpeladxs por una preocupación
común: sentíamos que si no comenzábamos a organizarnos la propia dinámica de la
política iba a esfumar nuestras ganas (por el momento individuales) de
transformar la realidad. La propia experiencia nos enseñó que el todo
es más que la suma de las partes y que organizarnos nos potenciaría
colectivamente y haría de nosotrxs algo más que una suma de individualidades,
que confluían en ciertas lecturas de la realidad política y que querían dar
algunos debates. Es por eso que hoy nos encontramos unidxs y con ganas de crear
un espacio político que con paciencia vaya aportando a crear una fuerza
política capaz de transformar la realidad que más inmediatamente nos circunda,
es decir la Facultad, pero que no por eso postergue injustificadamente debates,
propuestas e iniciativas que excedan el marco Universitario. En
la Facultad -pero así también en los demás territorios- apostamos sin
vacilación alguna a los espacios democráticos de base que actualmente se están
llevando adelante (asambleas generales, asambleas de escuela, comisiones abiertas,
etc.) y de donde salen expresiones genuinas de la autonomía, la horizontalidad
y la participación. Pero esto sin desconocer que son espacios de decisión
colectiva y, por eso, terrenos de disputa de diferentes lecturas y perspectivas
acerca del qué hacer. Por eso nos proponemos ir a estos espacios con la
convicción de que sin propuestas o iniciativas estamos dejando librados este
espacio al azar, a las bajadas de líneas
de los partidos tradicionales o las fuerzas conformistas de la Gestión.
Salvar de estos peligros de deslegitimación de las Asambleas y Comisiones de
Trabajo llevando propuestas y debatiendo a partir del respeto de las
diferencias es nuestra forma de dar vida a estos espacios como espacios
legítimos de construcción. Esto no significa que dejemos de lado como una
discusión saldada el problema de la disputa institucional. Sabemos que más allá
del carácter desfavorable con el que nos encontramos lxs estudiantes en las
instituciones representativas de gobierno, debemos dar la disputa en todos los
frentes posibles de la Universidad ya que de lo contrario podemos caer en un
aislamiento no deseable para la unidad de nuestras expectativas de
transformación. En este sentido, debemos librar la batalla en todos los
frentes por la defensa de la educación pública, en la cual las luchas contra la
mercantilización de la educación y por la profundización en las políticas de
inclusión y permanencia son tareas impostergables. Queremos profundizar en la
democratización del gobierno de la Universidad y de las formas de producir
conocimiento, pues creemos, son las únicas formas de conquistar nuestros
derechos, producir sujetxs críticxs y transformar la realidad. Pero
transformar la realidad también implica salirse de la misma Universidad. Porque
reconocemos que la Universidad está atravesada por los conflictos de la
sociedad en la que vivimos, es que estamos dispuestxs a dar los debates
necesarios para poder generar los lazos y articulaciones con los sectores
populares que día a día pelean a lo largo y lo ancho del país por mejores
condiciones de trabajo, de salud, de vivienda, contra la represión, el sexismo,
etc. Toda una multiplicidad de sectores explotados y oprimidos que queremos
camine unida, sin prisa pero sin pausa, hacia la emancipación. Nos reconocemos
parte de la juventud que en sus ensayos y experiencias quiere aportar a
transformar el mundo, por eso nuestra práctica está plagada de novedad, de
ensayo y prueba, de experimentación. No creemos que haya una sola
manera de hacer política: toda forma de intervención, desde un discurso
escrito, una intervención artística a una medida de fuerza, tiene su
potencialidad. No conocemos las formas perfectas de organización porque quizá
no las haya, ni tampoco tenemos la receta para la transformación. Sin
verdades absolutas ni manuales del buen militante, abiertos a la autocrítica y
a la reparación de los errores cometidos, nos lanzamos hacia una tarea tan
ardua como necesaria: crear nuestra propia poesía revolucionaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario